Ripoll no es la ‘banlieue’

En los últimos días hemos hablado mucho de los atentados y no mucho de los terroristas. Y sabemos bastantes cosas. A partir de los hechos en París o Bruselas, se convirtió en hegemónico un discurso sobre el terrorismo islamista en Europa: se trata de una revuelta contra la marginalidad social que adopta circunstancialmente el islamismo. El problema es el gueto urbanístico de la ‘banlieue’, la ausencia de ascensor social, la nula expectativa de trabajo de los jóvenes, su socialización dentro de una burbuja homogénea… Este diagnóstico estrictamente economicista despreciaba los factores ideológicos: la cuestión religiosa o identitaria, las ideas totalitarias. Este diagnóstico no funciona en Ripoll. No es ninguna ‘banlieue’; los chicos no vivían en un gueto urbanístico, tenían trabajo y habían participado suficientemente en la vida asociativa local. Por el contrario, el peso de la figura del imán hace pensar que los factores ideológicos son muy relevantes. No es un debate académico. Francia ha querido combatir el terrorismo islamista como si fuera sólo marginalidad social. Y la exclusión social se ha de combatir porque es un mal en sí misma. Pero si olvidas los componentes ideológicos, religiosos e identitarios, habrá causas del terrorismo contra las que no actuarás. Hemos de aprender.

ARA