La «política de cambio» llega a Trebiño


LA política del despiste, de la no respuesta, de la inexistente iniciativa, en definitiva, la política del cambio, ha llegado también a Trebiño. La portavoz del Gobierno Vasco y consejera de Justicia, Idoia Mendia, hizo alarde, una vez más, ante la Cámara vasca de la nula intención por parte del Ejecutivo socialista de afrontar de raíz el anacronismo histórico de Trebiño. En la Comisión de Instituciones, Interior y Justicia del Parlamento Vasco, el secretario general de la Presidencia, José Manuel Salinero, admitió en junio la existencia de un «problema a solucionar», en referencia al conflicto de Trebiño. Afirmación que nos hizo estar expectantes, puesto que entendimos que, como Ejecutivo, actuarían responsablemente para su resolución. Nada más lejos de la realidad.

A pregunta de nuestro grupo, se nos trasladó desde Gobierno que se habían mantenido reuniones con los ayuntamientos que conforman el enclave de Trebiño al objeto de tratar materias transversales como sanidad, educación, transporte, euskera… De nuevo el ramaje no nos deja ver el bosque, o dicho de otro modo, el gobierno socialista juega al despiste con la sociedad vasca para no llegar al quid de la cuestión. Y es que el contencioso del enclave no se soluciona con reuniones con los alcaldes de los municipios que lo conforman. Cierto es que sirve para la fluidez en los contactos y en la gestión. Sin embargo, no soluciona el problema de raíz. Los ayuntamientos no son el problema. De hecho, ya han manifestado en multitud de ocasiones su interés de integración en Araba. Esto no es cuestión del todo o nada, que no dejan de vendernos y repetirnos desde las filas socialistas. Se trata de hablar y solucionar un conflicto de raíces históricas.

Si se me permite, tengo la osadía de facilitar al Ejecutivo socialista claves para la solución al contencioso. Es tan sencillo como ponerse en contacto con sus compañeros socialistas de Castilla y León y del Gobierno de Madrid, más si cabe ahora que mantienen línea directa, para hacerles ver que el posicionamiento de sus representantes allí no es la correcta. No se puede decir una cosa en Euskadi y todo lo contrario en Castilla y León o en Madrid. A este tipo de actitudes se las denomina esquizofrenia política. De Pancorbo para arriba dicen una cosa y para abajo la opuesta. Para muestra un dato. Solo cabe recordar que, mientras el Estatuto de Gernika respeta la voluntad de los/as trebiñeses, el PSOE en Castilla y León votó a favor de la reforma de su Estatuto en 2007, que dificulta y pone más trabas, si cabe, a la posibilidad de que sea tenido en cuenta el deseo de los habitantes de Trebiño. En resumidas cuentas, más de lo mismo. En Euskadi una cosa, en España otra.

Aún así, espero sinceramente que si el nuevo Ejecutivo abre la puerta de la Comisión Interinstitucional, impulsada precisamente por el anterior Gobierno Vasco e integrada por las administraciones vasca y castellanoleonesa, no reciba la contestación que se le dio al anterior Ejecutivo: «Hasta que no se termine la violencia de ETA, no hay nada que hablar». Qué tendrá que ver el tocino con la velocidad. Repito, espero no reciban esta contestación, ya que no son, permítame la ironía, peligrosos nacionalistas conquistadores.

Lo lamentable de esta situación no es que hablemos de integración, sino que simplemente hablamos de permitir a un pueblo que decida, que elija lo que resulta más satisfactorio para su bienestar. No sé qué fobia existe en el PSE a oír la voz del pueblo. Pocas esperanzas albergo en la resolución del anacronismo si atendemos al Ejecutivo de López cuando afirma la confluencia de «muchas voluntades encontradas» en el contencioso, entre las cuales engloban a las «personas que viven en el enclave, las instituciones, asociaciones y colectivos, Álava, Burgos, Euskadi y Castilla y León». Los/as trebiñeses/as tienen derecho a decidir. Ellos/as son quienes tienen derecho a querer pertenecer a Castilla y León. Ellos/as son quienes tienen derecho a querer pertenecer a Araba. Pero ante todo, ellos/as son quienes tienen derecho a velar por su bienestar.

Lo único que pediría al Ejecutivo socialista es que no se dedicara únicamente a hacer política de fachada, a utilizar el marketing y la venta mediática fácil como herramienta de trabajo, y asumiera, como le corresponde, más ahora si cabe, sus responsabilidades en el tema que nos ocupa.

Publicado por Noticias de Alava-k argitaratua