El humanismo en el Reino de Navarra (s. XV-XVI)

EL florecimiento de las ciencias y de las artes comenzó en Navarra con Carlos III el Noble, continuó con el Príncipe de Viana y, sobre todo, brilló con la trilogía de Margarita de Navarra, Juana de Albret y Margarita Valois. Llegó a decirse en otras cortes que en Navarra las mujeres llevaban los pantalones. Aquí no existía la Ley Sálica, y las mujeres tuvieron más importancia que en otros reinos.

No es exacto afirmar que el Reino de Navarra terminó con la invasión de 1512. ¿Se piensa así también al celebrar el 5º centenario en 2012? Los reyes de Navarra continuaron en la Baja Navarra, en la corte de Pau, un siglo más hasta Luis XIII. Los españoles, al referirse a los reyes navarros y a todos los que tenían cualquier relación con la Baja Navarra, creían insultarlos llamándoles franceses.

La Navarra de la corte de Pau destacó por la cultura de un reino que maravilló a Europa. Ni España, ni Francia, ni la Iglesia, soportaban la transición de una Navarra medieval a otra más moderna. La tolerancia de los monarcas navarros se interpretó como herejía. Para los papas y para Francia y España, lo correcto era la intransigencia, la intolerancia y la más cruel Inquisición, rechazaban cualquier aperturismo por parte del Reino de Navarra. En nombre de la religión, condenaban a la hoguera a la intelectualidad europea. Nunca la Iglesia ha aceptado la modernidad, ni ahora ni en los siglos XV y XVI. Aunque Navarra no llegó a romper con el papado, sí que fue partidaria de reformar los abusos de la Iglesia, por ello los Reyes de Navarra fueron acusados de herejes.

En esa época, nuestros reyes recibieron una educación refinada en todas las disciplinas. El Príncipe de Viana escribió una Historia de Navarra, su manuscrito se conserva en la Biblioteca británica. Margarita de Navarra fue autora de varias obras como los cuentos Heptamerón, el poema de Las prisiones de la Reina de Navarra, El Inquisidor y algunas más; se le llamó la primera mujer moderna, estudió la filosofía neoplatónica de moda en la época, fue la quintaesencia del Humanismo y del Renacimiento. Juana de Albret creó también en su corte grupos humanísticos que algunos llamaron abadías laicas y la Inquisición española quiso quemarla en la hoguera. Margarita de Valois continuó con la labor humanística y defendió la unidad de las dos navarras, sus territorios y sus instituciones.

Promocionaron el euskera: Jon de Leizarraga que tradujo Jesus Crist gure Jaunaren Testamentu Berria. Bernard Etxepare escribió Poesías vascas.

He recogido aquí sólo unos retazos de una historia de Navarra del siglo XV y, sobre todo, del XVI, historia rica aunque muy turbulenta. Los reyes navarros fueron envidiados por la intelectualidad europea. Navarra fue enaltecida por el mismo Shakespeare, parece que estuvo en el Reino, quien afirmó: «Navarra será la admiración del mundo». Es una época muy poco estudiada y que, intencionadamente, se nos ha hecho ignorar. Navarra fue en este tiempo la nación más culta de Europa.

Distintos son nuestros dirigentes de hoy y, claro, nadie da lo que no tiene. Según un estudio muy reciente, Navarra está en la cola de la cultura de la nación.