Tras el 1512

Una consecuencia inmediata tras la conquista de los españoles fue sustituir los cargos tanto religiosos como políticos de nuestro Reino por personas extranjeras: aragoneses, castellanos e incluso italianos que no conocían aquellas costumbres nuestras que con el tiempo pasaban a ser leyes, ni conocían nuestra vida misma. Los navarros no podían desempeñar cargos públicos, eran sospechosos para los españoles por ser defensores de nuestros usos y de nuestra cultura.

Tras 500 años, hoy no se nombran obispos navarros y lo mismo podemos decir de algunos cargos políticos. ¿Seguimos siendo sospechosos? «El caracol, donde nace pace», no puede el caracol llevar sus costumbres y sus formas de vida a la huerta vecina, nunca sería aceptado si no respeta la vida de sus nuevos compañeros. Muy difícil puede valorar una cultura quien no la ha mamado de sus padres y no la ha vivido desde sus primeros años. Siguiendo con la alegoría del caracol, siempre será bien recibido quien venga de fuera a Navarra, pero será muy difícil, hoy como en el siglo XVI, que un obispo de fuera, por ejemplo, sepa valorar nuestra lengua y nuestra cultura como para ser nuestra autoridad.

Se ha escrito mucho sobre las consecuencias de la invasión: torturas, destierros, asesinatos, confiscación de bienes, destrucción de castillos como el de Javier, derribo de cualquier defensa para que ningún navarro pueda levantar cabeza, la Inquisición implantada en Navarra en el primer momento de la conquista, como un arma política más que religiosa. Muy importante fue la pérdida de nuestra cultura. Había dicho Shakespeare: «Navarra será la maravilla del mundo». Nuestros vecinos no lo permitieron. Los Reyes Católicos fueron funestos para cualquier cultura. En 1492 expulsan de España a judíos y musulmanes que eran los intelectuales y artistas de la época, aún podemos admirar sus obras. ¿Qué hubiera sucedido si hubieran continuado en España? Destruyen en América las religiones y culturas aztecas, mayas o incas, los despojan del oro y la plata y asesinan a millones de indígenas por no querer bautizarse. Cortaron también el humanismo y modernización del Reino de Navarra. No interesaba una Navarra humanística y tolerante, contraria a las aspiraciones expansionistas de España. Importante que mantengamos nuestra lengua y nuestra cultura que aún hoy se nos sigue arrebatando igual que hace 500 años, los enemigos de Navarra continúan siendo los mismos.

 

http://www.noticiasdenavarra.com/2011/11/21/opinion/cartas-al-director/tras-el-1512