‘Ur goiena, ur barrena’: rito tradicional para comenzar el nuevo año

Cada 31 de diciembre los medios de comunicación nos suelen dar la tabarra con eso de comer las doce uvas mientras suenan las campanas de medianoche en un reloj de Madrid.

Mientras suenan las doce, muchos paisanos nuestros suelen estar mirando la televisión desconociendo que en Navarra existe un rito propio, distinto y tradicional de comenzar el año: el del agua nueva.

El 31 de diciembre los mozos de los valles de Baztán, Basaburúa, Goñi, Imoz, Larráun, Burunda y Araquil iban (y van) a la fuente de sus respectivos pueblos y esperaban a que las campanas dieran las doce de la medianoche.

En cuanto daba la hora, recogían en jarras las primeras aguas del año y se las llevaban primero al cura, al alcalde y luego a los vecinos, recitando delante de cada puerta coplas en euskara (Ur goiena, ur barrena) y recibiendo un obsequio a cambio. Este rito todavía se realiza en Urdiain y Goñi.

Lo de ur goiena y ur barrena tiene su cosa. Era creencia ancestral en muchas civilizaciones que sobre la bóveda de los cielos había agua pues de lo alto llovía. De ahí lo de ur goiena (agua de lo alto).

También se creía que bajo la corteza terrestre había un gran lago interior de donde procedían los manantíos. De ahí lo de ur barrena (agua interior).

Por ello la invocación a las dos aguas: a la de arriba y a la de abajo antes de beber esa nueva agua recién brotada de la fuente en el mimo momento que empezaba el año.

La partícula ur (agua) es la primera sílaba de la palabra urte, año en euskara. Urte equivaldría al ciclo del agua durante las cuatro estaciones, o sea, el ciclo que en castellano llamamos año.

Dentro de una mentalidad totalmente euskaldún existe un nexo entre ur y urte. Ur berria, además de ser el agua nueva, equivaldría a urte berri o año nuevo.

Hoy, el agua nos llega a todos los domicilios y no tenemos que ir a la fuente a traerla. Ni necesitamos que nadie nos la traiga…

Cada 31 de diciembre podríamos esperar a que den las doce de la noche para beber el primer agua que brote de ese grifo, esa fuente, que tenemos en cada casa.

Ur, agua, es de quien procede el año, urte. Bebiendo la primera agua bebemos el primer instante del urte, del año que empieza…

Llevar a cabo la sugerencia de revivir esta vieja costumbre navarra es compaginable, nos llevará poco tiempo y evitará atragantarnos con eso de las uvas.

El método casero de seguir esta costumbre pudiera ser así: una persona (la madre, el padre), en cuanto den las doce y sea año nuevo, llenan una jarra de agua del grifo y la reparten a la familia que la bebe recitando lo de “ur goiena, ur barrena”, “urteberrion”.

Recordad que cuando deseéis un feliz año nuevo diciendo “urte berri on”, debajo de la frase hay una antiquísima alusión a ur, agua, y al ciclo del agua urte que en castellano equivale a año.

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