Cooperativismo agrario de principios de siglo XX

Cuando eramos niños oiamos a nuestros mayores llamar «la harinera» a ese edificio de planta baja y un piso de altura que vemos en primer plano de la foto. Esta casa, anexa a la casa parroquial de Uxue, ha sido desmontada en las ultimas restauraciones.

El labrador que quería obtener harina para hacer pan en casa llevaba el trigo a este local para que luego lo transportaran a Olite y lo molturaran en la Cooperativa Harinera Navarra.

Acabado el proceso,  el agricultor cooperativista volvía a este lugar para recoger la harina y el salvado resultantes de la molienda. En caso de querer comercializar la harina y el salvado la Cooperativa se encargaba de hacerlo a buen precio desde la misma fábrica de Olite .
En este local tambien se repartia el abono comprado en unión con las demás cooperativas federadas de la comarca.
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Cartilla de la Caja Rural de Ujué. Año 1906.
A nuestros padres tambien les oimos hablar de la Caja Rural.
La Caja Rural es una entidad que fue naciendo pueblo a pueblo siendo autónoma en cada lugar. Es de suponer que la de Ujué nació a la vez que la de Olite en 1904.

Hay que recordar que en esta época solo existía la banca privada que prestaba a cambio de altos intereses y que la Caja de Ahorros de Navarra no nació hasta septiembre de 1922.

La Caja Rural de Navarra presume de tener actualmente mas de cien mil socios. Pero los inicios fueron con unos cientos de pequeños labradores y pequeños impositores que confiaban sus ahorros a la entidad.
El capital acumulado era invertido en dar créditos de bajo interés a los socios, en la compra de fertilizantes al por mayor y en financiar empresas de origen cooperativo.

Tras la época de crisis, zancadillas y derrumbe ocurrida en 1926-27, la Caja Rural de Navarra volvió a constituirse en 1946. El cooperativismo agrario volvió a revitalizarse tras la postguerra.

¿COMO EMPEZÓ EL COOPERATIVISMO EN NAVARRA?

El cooperativismo lo vemos hoy con naturalidad. Pero tuvo unos inicios duros en los que este movimiento fue recibido hostilmente por parte de los sectores más pudientes de la sociedad.

El cooperativismo agrario de Navarra acogió en su seno al pequeño labrador. Nació impulsado por dos sacerdotes, Victoriano Flamarique y Antonino Yoldi y apoyado por gran parte del clero navarro.

Desde principios de siglo y hasta casi los años 30 se dieron en Ujué los primeros balbuceos cooperativistas. A una con el movimiento nacido en Olite se crearon en nuestro pueblo la Caja Rural, la Sección de abonos, la Cooperativa harinera y se mejoró el suministro de electricidad en nuestros pueblos gracias a la creación de la Electra-Caja Rural.

Tras el impase de la crisis de Caja y cooperativas ocurrido en 1926 y pasados los peores años de la postguerra, se fundó la Bodega Cooperativa de Ujué (año 1952) que sigue funcionando a dia de hoy conjuntamente con las de Pitillas y Olite. En los sesenta hubo una cooperativa para trillar. En 1972 los labradores ujuetarras fundaron la Cooperativa Cerealista que hoy funciona en unión con la de la Valdorba.

En la actualidad el cooperativismo agropecuario de Navarra está interrelacionado aglutinando varios sectores productivos formando un bloque muy pujante dentro de nuestra economía.
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Para difundir la historia, éxitos y sinsabores de los pioneros de hace cien años me limito a reproducir el texto que magistralmente redactaron en su dia dos conocidos historiadores de Olite/ Erriberri.

Sea éste un pequeño homenaje a Victoriano Flamarique, impulsor de este movimiento y a todos sus partícipes. Hace cien años creyeron en la fuerza aunada, solidaria y productiva de los pequeños agricultores y tuvieron el coraje necesario para convertir su empeño en realidad.

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MOVIMIENTO COOPERATIVO Y OBRAS SOCIALES – OLITE 1904-1927
RECUERDO A DON VICTORIANO FLAMARIQUE 1872-1946.
Escrito por
Ángel Jiménez Biurrun – Javier Corcín Ortigosa.

A comienzos del siglo pasado surge en Navarra un fenómeno digno de resaltar en el ámbito del cooperativismo y que se manifiesta con especial relieve y amplitud en Olite.

El promotor y artífice de este movimiento innovador fue Don Victoriano Flamarique (foto) párroco de Santa María de Olite entre 1898 y 1927, beirense de nacimiento, aunque pronto se hizo merecedor de llamársele «el cura de Olite». Desarrolló celosamente el ministerio sacerdotal, sin separarlo de las actividades sociales.

Decía: «el hombre está hecho de carne y alma y a ambas partes hay que atender al mismo tiempo». Realizó una labor sacerdotal muy intensa, acompañada siempre del ejemplo de la caridad y suma pobreza. Supo trabajar con buen entendimiento en la ya secular división de parroquias.
Poseía unas cualidades excepcionales para la música, una fina sensibilidad artística y sobre todo una gran preocupación por elevar el nivel social, material y cultural de su ciudad.

Flamarique poseía una seria fundamentación doctrinal y conocía las iniciativas llevadas a cabo en el terreno cooperativista y de obras sociales, tanto en España como en el extranjero.

Estaba al tanto de la organización de las primeras Cajas Rurales Raiffeisen creadas en Zamora por Luis Chaves y se formó en la Escuela Social de Valencia, fundada y dirigida por el jesuita P. Vicent.

También conocía los modelos experimentados en diversos países de Europa sobre el cooperativismo agrario, referentes a cooperativas de distribución y consumo, cooperativas de suministros, maquinaria y transformación y venta de productos del campo, y fundamentalmente las Caja Rurales del sistema Raiffeisen o cooperativas de ahorro y préstamos.

Esta labor cooperativista estaba impulsada desde la Encíclica Rerum Novarum de León XIII, que exhortaba a los sacerdotes a un compromiso social con los más necesitados. En Navarra cuenta con el valioso apoyo del sociólogo Don Antonino Yoldi, profesor del Seminario, de numerosos párrocos rurales y el respaldo del Obispo de Pamplona Fray José López de Mendoza.

Este hombre tenaz, trabajador, apasionado, entregado, convencido de sus obras y con clara visión de futuro, conoce bien los males y necesidades de Olite.
Encarnado en la realidad de los hombres de su ciudad, simpatiza con sus problemas: la usura, la explotación de los más débiles al verse obligados a vender con premura las cosechas de trigo y de uva, la falta de utilización de maquinaria y de abonos, la escasez de tierras de cultivo, la ignorancia, etc.

Esta miseria y desprotección de la clase baja es lo que lleva a Flamarique a buscar soluciones dentro del cooperativismo, abrigando la idea de una cooperativización total de Olite. Idea que es acariciada por Flamarique y a la que dan tanta importancia los observadores y publicistas españoles y extranjeros que visitan Olite en esta época.

La tarea no era fácil teniendo en cuenta que brotaba de la nada, sin una experiencia consolidada y expuesta a la reacción agresiva de otros sectores interesados en mantener sus privilegios y en la no elevación del agricultor.

Aportó su visión avanzada de los problemas del campo, que no se resuelven afrontando un solo aspecto, sino que necesitan una solución global. Y lejos de caer en soluciones fáciles y de carácter benéfico, proyecta verdaderas empresas económicas respaldadas por la Caja Rural, fundamental instrumento económico al servicio de la empresa cooperativa.

Bastante se ha hablado y escrito sobre la fundación de la primera Caja Rural y bodega cooperativa de Olite, pero ahí no quedó todo, sino que el proyecto fue mucho más ambicioso y en pocos años fueron haciéndose realidad una serie de obras sociales que elevaron el bienestar económico y cultural de la ciudad
Desde febrero de 1904, en que se inició la obra social con el establecimiento de la Caja Rural, hasta el año 1926 que desapareció la misma, se crearon en Olite las siguientes instituciones perfectamente organizadas: Secciones de ahorro y préstamo, Cooperativa de abonos, Harinera Navarra, Electra-Caja Rural, Círculo de instrucciones y recreo, Bodega Cooperativa, Panadería, Fábrica de Alcoholes, Trilladora sindical, Patronato escolar femenino, Cine Dominical, Caja Infantil y Caja Dotal.

Lo primero que promovió fue la Caja Rural (10-1-1904), ya que era preciso contener el perjudicial transvase del dinero del campo hacia la ciudad y poner fin al abuso de los prestamistas.

FOTO: Edificio donde  estuvo la sede del movimiento cooperativista y de la Caja Rural en Olite.

Caja RuralCon la Caja Rural, Victoriano Flamarique combatía la usura y el caciquismo que ciertos pudientes ejercían en perjuicio del pobre, el cual ni redimía la deuda ni recobraba su libertad individual por estar atado al acreedor, llegando a perder, en numerosas ocasiones, la tierra puesta en fianza, en hipoteca, por el préstamo.
Su funcionamiento se basaba en el principio de responsabilidad ilimitada y solidaria de todos los socios.
Del éxito de la Sección de Ahorro, puede juzgarse con sólo tener idea de que el año de su fundación (1904), ingresaron en números redondos 28.000 pesetas y en 1919 quedó a favor de los impositores un saldo de 800.000 pesetas. En 1905 fueron 47.712 pesetas; en 1906, 41.278; en 1907, 64.581 … etc. Ésta fue la prueba más elocuente de que la Caja Rural cumplía los compromisos adquiridos con los impositores.

Pero Don Victoriano decía: «no estoy satisfecho del movimiento alcanzado por la Caja de ahorros, puesto que el capital impuesto no procede en su parte más principal de pequeños impositores, sino de personas de desahogada posición; y nuestro deseo y el fin de las Cajas Populares es crear y fomentar hábitos de ahorro y economía en los «niños» y en los hombres de baja posición. Más valor se concede en la escuela del catolicismo social a 20 imposiciones de peseta cada una, que a una sola imposición de 20 pesetas; porque las primeras suponen mayor esfuerzo que la segunda, en el orden económico familiar». Sacerdote siempre, temía que lo económico llevara al materialismo.

El préstamo, primera consecuencia ventajosa del ahorro, resolvía a los agricultores modestos el gravísimo problema del crédito agrícola. Para realizar los préstamos se tenía en cuenta las siguientes condiciones:

1.El préstamo se otorgaba a un módico interés y así podía ser útil al agricultor.

2.Se concedía con los menores trámites y formalidades posibles, de manera que sin viajes, sin escrituras, sin gasto alguno, resolviese el agricultor sus dificultades.

3.El plazo de los préstamos se acomodaba a la naturaleza del objeto que se proponía el agricultor que lo deseaba.

La Cooperativa de Abonos resolvió al agricultor otro grave problema: el de la compra en condiciones económicas y con absoluta seguridad en las condiciones de los abonos. Los agricultores estaban siendo víctimas de un comercio de mala fe. Ellos mismos lograron saber comprar mejor género y más barato.

El año 1904, la Caja Rural organizó la Cooperativa para la compra de abonos, adquiriendo el primer año 8 vagones para socios, con garantía de análisis y peseta y media más barato que el precio del comercio en los 100 kilos.
Para el segundo año se unió a la Caja de Olite la Caja de Larraga y se contrataron 28 vagones que vendían 25 céntimos más barato que el adquirido por la Diputación.
El año 1906 se contrataron 101 vagones para 25 cajas.
El año 1907 fueron 32 cajas federadas y contrataron 340 vagones.
El año 1908 fue el mayor pedido, se asociaron a la de Olite 40 cajas y se compraron 534 vagones de superfosfato, que pasaba del millón de pesetas.
Respondía a las casas proveedoras la Caja Rural de Olite.
El año 1909 concursó la Caja de Estella; aun así vinieron a Olite 25 Cajas que contrataron 202 vagones.
En el año 1910 se fundó la Federación Católico-Social Navarra y la Caja de Olite dejó de actuar como centro, ingresando todas ellas en la Federación.
Por fuentes de la época, en 1907 Navarra era una de las 11 provincias que habían tenido buena cosecha, resaltando «que ha obtenido un producto de sus tierras superior al necesario para el consumo, debido principalmente al empleo de materias fertilizantes».


La Harinera Navarra fue fundada el 1 de mayo de 1908 por las cuatro cajas federadas de Olite, San Martín de Unx, Ujué y Pueyo, con un capital de 165.000 pesetas. Al abrigo de la Harinera nació la panadería que abastecía de pan al pueblo a precios más económicos que las demás. El edificio de la Harinera disponía de locales donde Flamarique enseñaba a leer y escribir a adultos.

La Electra-Caja Rural se fundó en 1909 y desde 1910 empezó a funcionar, sirviendo la luz a domicilio con tarifas desconocidas en España por su bajo precio. A pesar de ello pudo adquirir una central en la Foz de Lumbier que costó 150.000 pesetas. Volvió a construir otra en Gallipienzo que valía 400.000 pesetas, inaugurándose con gran solemnidad el 6 de marzo de 1920. Además de mover la fábrica de harinas, facilitaba alumbrado a dicho pueblo y a los de Olite, San Martín de Unx y Ujué.

El mismo año que la Electra (1909), se organizó el Círculo Católico, que tanta aceptación tuvo entre los vecinos, ya que llegó a pasar de los 500 socios.
El edificio social, situado en la carretera Zaragoza, tenía dos cocinas, una sala de café, un salón de billar, una biblioteca, una sala de lecturas y un salón de actos. Los locales del Círculo fueron un foco de cultura, desarrollando regularmente gran número de actividades: conferencias, cine dominical, representaciones teatrales y de zarzuelas, clases para adultos, etc.

Otro vehículo de cultura y formación fue la publicación quincenal de «El Olitense», editado entre 1915 y 1925, órgano de difusión de las obras sociales.

En 1918 se adquirió una fábrica de aguardientes.

La Bodega Cooperativa Olitense fue la principal realización y a la vez la más significativa, al ser la primera bodega cooperativa de Navarra. Se inauguró el 28 de mayo de 1911 con 140 socios.
Estaba situada en la planta baja del espléndido «Edificio Social» situado en la rúa Romana. Los primeros años fueron difíciles y triunfales al mismo tiempo. Nuevos socios, nuevas instalaciones, entusiasmo y buen hacer.
La bodega construida en 1911 resultaba insuficiente y se realiza una ampliación en 1918 con 52 nuevos depósitos de cemento para 200.000 decalitros de vino. El importe ascendía a 800.000 pesetas, aproximadamente una tercera parte correspondía a fondos de la bodega y el resto a un préstamo de la Caja Rural.

En el ejercicio de 1918 recibió de los socios cerca de 2 millones de kilos de uva. El 10% de la cosecha se dejaba para amortización de la bodega.

La Sociedad del Sindicato de Labradores, que era de los ricos, viendo que se quedaba a la zaga de la Caja, el año 1913 se convirtió en cooperativa, con el nombre de Cosecheros Reunidos, siendo la segunda bodega cooperativa de Navarra.

La Bodega Cooperativa, buscando nuevos mercados de vino, vende una partida de vino a Cuba en 1921. Sin pagarlo el comerciante, vuelve a realizar otro pedido. Después de discutirlo se le vuelve a mandar el pedido. Tampoco paga esta segunda vez.
Esto ocasiona un revuelo entre los socios e impositores a corto plazo. Ante semejante situación se vende la primera fase de la bodega, dentro de la cual están el salón de actos, el café, la biblioteca y el Centro Católico de Obreros.
En la primera subasta no se la quedó nadie. En la segunda se pagaron 135.000 pesetas. La segunda fase de la bodega permaneció en manos de varios socios, que funcionaron como junta liquidadora hasta 1940, sacando a flote el proyecto y abriendo de nuevo como cooperativa en 1941.

La crisis surgida en la bodega cooperativa y los posteriores conflictos dieron lugar a la desaparición de la Caja Rural y con ella las obras sociales que habían nacido bajo su amparo.

Los ataques desde sectores conservadores provinciales que veían afectados sus intereses, de los ricos liberales de Olite que siempre estuvieron activamente en contra, los fallos de gestión y la deserción, en última hora, de los que sólo saben estar a las maduras, tiraron por tierra esta importante realización cooperativista que supo ser modelo para el resto de Navarra y España, y conocida y apreciada fuera de nuestras fronteras.

Sus obras supusieron una dinamización de la vida olitense, tanto en el aspecto cultural como en el social y aunque fracasaron, el salto hacia adelante estaba dado y el espíritu cooperativista que él supo inyectar no ha muerto.
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Sirvan estas palabras de recuerdo y homenaje a Don Victoriano Flamarique y a cuantos secundaron su iniciativa, así como a los solidarios y nobles fines por los que lucharon.

•Nació el 12 de enero de 1872 en Beire.
•Estudio en el Seminario Conciliar de Pamplona.
•Ordenado sacerdote en 1895.
•Ejerció el sacerdocio en Mañeru y Lezáun.
•Párroco en Santa María de Olite entre 1898 y 1927.
•1904 funda la primera Caja Rural en Olite.
•1907 participa en la Semana Social de Valencia.
•1911 funda la Bodega Cooperativa Olitense.
.1912 participa en la VI Semana Social en Pamplona.
•1927 marcha a Tarazona como canónigo de la catedral.
•1946 muere en Tarazona.
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Bibliografía:

«Movimiento cooperativo y obras sociales de Olite (1904-1927)».
Cuadernos de Historia Local número 3 1996.
Asociación «El Chapitel» – Patronato Municipal de Cultura.
Ángel Jiménez Biurrun, Javier Corcín Ortigosa.
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«Olite centro pionero del movimiento cooperativo católico-social de Navarra 1904 – 1927».
Actas I Congreso del Cooperativismo Español. Osuna 1999.
Fundación Garrido Tortosa.

Javier Corcín Ortigosa.
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«El Cooperativismo en Navarra en el siglo XX».
Editorial Nueva Utopía Madrid 1996.
Jesús Equiza.

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Es interesante el articulo de Wikipedia sobre Friedrich Wilhelm Raiffeisen, que a mediados del siglo XIX fue teorizador e iniciador del cooperativismo y de las cooperativas de ahorro y credito agricola. Dicho articulo lo podeis ver aqui.
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Teneis un interesante capitulo en la Gran Enciclopedia Navarra titulado «Asociacionismo agrario navarro» que podéis leer aqui.
En esta enciclopedia tambien hallaréis las biografias de Victoriano Flamarique y de Antonino Yoldi impulsores del asociacionismo agrario en Navarra.
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Es de interes leer el trabajo de Emilio Majuelo y Angel Pascual titulado » El cooperativismo agrario católico en Navarra» que podeis bajar de esta direccion.
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Tambien os recomiendo leer el articulo titulado «Desarrollo del cooperativismo agrario navarro desde la Federación a la Confederación (1910-1917» de Javier Maria Pejenaute Goñi accediendo a este enlace para bajarlo de Dialnet.
Este estudio contiene numerosos e interesantes datos para comprender en su globalidad el inicio del movimiento cooperativista agrario pueblo a pueblo y en toda Navarra.