Raul Zelik: “Los catalanes deben aprovechar el juicio Forcadell para materializar la ruptura”

Entrevista al traductor, escritor y politólogo alemán, que fue observador internacional de la movilización del 6-F y del juicio para el 9-N

Raul Zelik es uno de los cuatro observadores internacionales que, tal y como adelantó en primicia El Mundo , vinieron a Barcelona con motivo de la movilización del 6-F ante el TSJC y del juicio por el 9-N . El traductor, escritor, politólogo y sociólogo alemán destaca, en declaraciones a este diario, que los independentistas catalanes deben aprovechar el probable juicio contra la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, para materializar la ruptura con España.

 

Zelik ha seguido diversos conflictos políticos y procesos de independencia, y es un especialista del caso vasco. Por ejemplo, el politólogo alemán estudió a fondo el caso Egunkaria y la detención de Martxelo Otamendi. Además, en 2016 publicó el libro Continuidad o ruptura: perspectivas de cambio en el Estado español.

 

Muy crítico con la actitud del gobierno español en el proceso catalán, Zelik se reunió el 6-F por la tarde con Artur Mas, JxSí, CUP y CSQP -por separado-, invitado por las entidades soberanistas, junto a los demás tres observadores internacionales: los líderes del National Option de Quebec, Sol ZanettiViviane Martinova; y el periodista y profesor francés Jean-Bernard Auby.

 

Como observador internacional del 6-F, ¿qué cree que puede pasar a partir de ahora?

Aviso que soy mal profeta [ríe]. La movilización del 6-F y el juicio por el 9-N deberían simbolizar un punto de inflexión en el proceso catalán. Hace seis o siete años que la sociedad catalana lo está haciendo muy bien, y todo de manera muy cuidadosa, sin saltarse ninguna ley y con un gran espíritu democrático. Muchos ya decíamos desde hace tiempo que el Estado español no estaría dispuesto a negociar nada. Y el 6-F del Estado volvió a mostrar esta arrogancia de poder, al juzgar tres personas simplemente por una votación democrática. No sé qué puede pasar, pero la jornada del pasado lunes debe provocar un cambio.

 

¿Ve la sociedad catalana lo bastante movilizada?

Los catalanes deben movilizarse para defender su derecho a opinar, su derecho a decidir ya participar. Y creo que los juicios que pueden venir a partir de ahora, como el de Carme Forcadell [de confirmarse] deben servir para volver a convocar la sociedad catalana, y para que materialice la ruptura. Repito, no estoy seguro de que puede pasar a partir de ahora, pero es evidente que sólo depende del pueblo catalán. Está en sus manos hacer efectiva la ruptura. No habrá diálogo, por eso hay que romper para poder redefinir el tablero de juego. Se trata exactamente de eso.

 

Si se confirma, el juicio contra Forcadell ¿significará el choque de trenes definitivo? Creo que este juicio sería más importante que el del 6-F. Artur Mas está cuestionado también dentro del bloque independentista, y es de un partido que no está del todo bien visto. En cambio, Forcadell es la presidenta del Parlamento, tiene una reputación mejor, fue presidenta de la ANC, y se la juzgaría tan sólo para permitir la participación de los diputados de la cámara en un debate parlamentario. Si esto se juzga, la situación será aún más llamativa, y provocaría una respuesta más grande y amplia de la sociedad. El grito y la demanda de la solidaridad de los catalanes debe ser aún más fuerte que el del 6-F.

 

¿Aquí actuaría Europa? ¿O cuándo cree que la UE puede intervenir?

No hay que tener mucha confianza en Europa. Durante décadas sus decisiones han sido autoritarias y represivas, también sobre las demandas del sur del continente. Pero el conflicto catalán puede provocar una gran contradicción en el seno de la UE.

 

Explíquese

Según el discurso democrático de Europa, la UE debe escuchar a la gente si habla pacíficamente. Así, los catalanes pueden pedir a Europa que demuestre si todavía defiende sus valores democráticos, o no. Por eso hace falta que Cataluña mantenga sus reivindicaciones, y que lo haga de manera decidida, que no vacile ni cuestione si acabará teniendo éxito o no. Hay que defender que la bandera de los derechos democráticos no se han de poner en duda. Yo no sé si Europa finalmente reaccionará o no, pero estoy seguro de que sí habrá una respuesta de la opinión pública internacional.

 

El 6-F coincidió con otros observadores internacionales. ¿Qué visión tienen ellos del proceso catalán y de su futuro?

Todos compartimos que la UE y la opinión pública intentan tapar el tema, de momento. Pero si la fuerza en las calles se vuelve a demostrar, y de manera más clara y evidente aún, el conflicto político atravesará las fronteras. En Alemania la política que hay de los medios grandes es que no se genere un problema adicional en Europa, porque la gente tiene miedo de las dinámicas de la descomposición, los neopopulismos y la xenofobia. Pero si Cataluña demuestra que su bandera es democrática, también se generará un interés en la opinión europea.

 

Por último, usted ha especializado en la política estrictamente española. ¿Cómo puede afectar una posible independencia de Cataluña en el conjunto del Estado?

La independencia será una confrontación democrática muy saludable para todo el Estado. Sí que provocará respuestas agresivas de la parte más nacionalista española, pero también hará emerger movimientos democráticos internos.

EL MÓN