Derechos Humanos

Impone bastante , y más a un profano, hablar de DDHH y contestar a una propuesta para su aplicación por parte de un representante de una organización ejemplar por su trabajo y dedicación, como es AI.

Pero, la verdad es que , si bien estamos de acuerdo con el contenido de la declaración, nos parece que se hace necesaria una revisión de la misma que de cabida a la participación , tanto para su formulación como para su puesta en práctica, de los pueblos y sociedades que en su día no tuvieron presencia en los trabajos preparatorios. Desde nuestra perspectiva, se precisa una “desoccidentalización”, o lo que es lo mismo, de una descolonización, que de cabida a otros puntos de vista que aportarían valores que en nuestra cultura occidental no los tenemos en cuenta. Si no se produce esa descolonización, los pueblos y las sociedades que queden excluidas, difícilmente se van a incorporar ni van a prestar su participación, importante y necesaria, para un desarrollo óptimo de los objetivos que se persiguen.

Y ése es nuestro caso. Desde nuestra experiencia de pueblo ocupado en manos de los estados gran-nacionales de España y Francia, a la vista del contenido del escrito de Andrés Krakenberg Larsson, aparecido en el espacio TRIBUNA ABIERTA del Diario de Noticias del 2 de Marzo, apoyándonos en el punto 2 del artículo 2º de la declaración, quisiéramos recordarle que para proponer al nuevo Gobierno Vasco la aplicación de todas las medidas que señala, habría que empezar por exigir a los gobiernos de Francia y España la aplicación del derecho más elemental, sin el cual no es posible el acceso al resto: el de la libre determinación de los Pueblos. Su aplicación en los territorios ocupados del Estado de Navarra se hace indispensable y es urgente. No debe continuar negada y falseada por los enemigos de la libertad. A nadie se le oculta que no habrá paz ni libertad en el mundo , en tanto en cuanto los Pueblos adolezcan de una estrategia eficaz en el terreno de la política y la ideología que les permita alcanzar la formación de sus respectivos Estados soberanos.

El desmantelamiento del Estado de los Vascos, se inició, de forma violenta y no deseada por sus gentes, hace 800 años. Desde entonces no hemos tenido sosiego, hasta alcanzar los momentos particularmente difíciles y dolorosos que estamos viviendo, como consecuencia de una situación que la consideramos injusta.

No pretendemos cuestionar la importante labor de AI y, mucho menos todavía, enseñarles como han de hacer su trabajo. Únicamente se trata de llamar su atención sobre el problema de nuestro Pueblo. Y, si no le sienta mal como coordinador de AI, le proponemos en vez de hacerlo como de Euskadi y Navarra, puede hacerlo como representante en el Pueblo Navarro. O Vasco, que es igual.