La naturaleza y los bosques, ¿se puede pedir más?

Está demostrado que el contacto con la naturaleza es favorable para la salud. Diversos científicos han concluido que la naturaleza es un componente esencial para la buena salud y un factor influyente en el comportamiento humano, además de producir un mejor funcionamiento cognitivo. Frecuentar bosques, zonas verdes, jardines, caminos, senderos, etc., es un ejemplo de ello.

La relación de la naturaleza con la salud ha sido extensamente ilustrada. En revistas científicas, como la prestigiosa National Geographic, podemos recoger la afirmación inspiradora: “Al acercarnos a la naturaleza, ya sea un bosque o un árbol, les hacemos un gran favor a nuestros cerebros fatigados”.

Y refiriéndonos más concretamente a los bosques, proporcionan el escenario y los actores de la búsqueda de lo básico, lo necesario y lo práctico. Son, no menos, fuente permanente de inspiración artística como se puede deducir de la variedad y cantidad de expresiones artísticas que lo tienen como referente: pintura, música, poesía, cine… acaso porque el alma humana no olvida que el bosque es su verdadero patrimonio fundacional y, por tanto, la herencia común de la humanidad. No es ninguna casualidad, por tanto, las numerosas actividades culturales, de ocio, recreativas, etc., que se realizan en Navarra en plena naturaleza y en los propios bosques.

Pero todavía más crucial resulta el papel terapéutico de los bosques. Que en buena medida pueden ser definidos como un entramado que funciona también como sistema inmunológico de la vida del planeta. Y en estos momentos más que nunca. El bosque es una gigantesca, eficaz y gratuita medicina que, además de sanar las más graves y generalizadas enfermedades ambientales, lo hace de forma sincrónica e incesante. Recordemos que los árboles fijan los principales contaminantes. Casi nada trabaja mejor para limpiar el mundo y su envoltorio que los árboles.

Con todo, lo más destacado es que los bosques pueden desempeñar el mejor papel a la hora de enfrentarse a uno de los problemas más graves que tenemos: el incremento de la temperatura global del planeta Tierra. Porque todo bosque es su propio clima. Un clima siempre mucho mejor que el de cualquier área deforestada.

Pero, además de esto, la naturaleza inspira la innovación en diseños y materiales modernos que deben ser pensados para funcionar en condiciones muy específicas. A la hora de diseñar algo podemos simplemente preguntarnos cómo lo hace la naturaleza.

Por otra parte, el funcionamiento de los ecosistemas ha servido de inspiración para el planteamiento de muchos aspectos de la ecología industrial, tratando, entre otros, que los flujos de materia y energía se asemejen a los flujos de la naturaleza. Así, la ecología industrial propone reorganizar el sistema de producción y consumo, para que evolucione hacia un modo compatible con la biosfera, tendiendo a cerrar el ciclo de vida de los materiales y obtener un nivel cero de residuos usando los subproductos y residuos, e imitando a los procesos cíclicos de la naturaleza.

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