Denominación de los territorios vascones desde el punto de vista castellanohablante

El lenguaje humano es la forma de expresar el pensamiento. Los que dominan varios idiomas tienen claro que cada uno de esos idiomas que han aprendido contiene puntos de vista propios y exclusivos para denominar y explicar el mundo que les rodea.

 

Las frases hechas, los sobrenombres, apelativos y conceptos que cada idioma maneja, la manera de ver a los “otros“, pueden ser distintos en cada habla pues cada idioma está elaborado desde óptica y vivencias diferentes.
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Limitándonos a lo nuestro, los de fuera suelen mantener hacia nosotros tópicos de toda clase.
Me abstendré de mencionar los estereotipos negativos y diré que nos ven como gente que come mucho, que levanta piedras enormes, que corta troncos, que habla una lengua ininteligible…etc.
Nosotros los euskaldunes (hablantes del euskara) para referirnos a quienes hablan otro idioma diferente que el euskara lo calificamos de erdaldún (media lengua)….o de koko… o de pardixe….

 

 

Mirándonos a nosotros mismos podemos definirnos como un pueblo con un habla (el euskara) y unas costumbres determinadas e idénticas: las costumbres o fueros que rigen la vida familiar, la casa, la forma de testar, el mayorazgo, la heredad indivisible etc… Formas distintas de lo que es el Derecho Romano.
Tenemos una mitología común (Jaunagorri, Mari, Basajaun, Herensuge, lamias, intxixus etc), como comunes son nuestro folklore, danzas, juego de pelota, los deportes rurales, el bertsolarismo… las canciones nacidas desde el euskara…

 

 

 

En cuanto a la cooperación colectiva, ahí está la manera de organizarnos desde antiguo para hacer trabajos en común (auzolán), en la celebración de batzarres (asambleas vecinales) para regir concejos municipales, anteiglesias, valles y hermandades.
Modos que han pervivido siendo parte del Fuero respetado en el reino de Navarra y en las zonas del territorio vascón que Castilla ocupó.

 

 

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Seguidamente voy a tratar de explicar el motivo (a mi entender) por el que desde la lengua castellana se establece una división entre vascos y navarros.

Comencemos por nosotros mismos.

 

En nuestro caso y desde dentro del mundo de los hablantes del euskara no hay distinciones territoriales. Todos los hablantes, sean del territorio que sean, son euskaldunes (euskaldunak).

 

Desde la perspectiva de un hablante del euskara, el territorio donde viven los euskaldunes es Euskalherria (la tierra, el pueblo del euskara) territorio por el que ampliamente se extendió el reino de Navarra.
Euskalerria es la tierra, los territorios donde se habla euskara. Navarra el nombre del reino que abarcó a los vascones.
Los distintos reinos europeos contemporáneos del nuestro consideraron a todos los que vivieron dentro de la territorialidad que en cada momento tuvo Navarra como navarros.
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Tras la ocupación foránea comienza el retroceso del euskara en su propia tierra. Desde el momento en que se olvida el idioma propio y se comienza a hablar en castellano o en francés, el nativo va tomando inconscientemente el punto de vista que estos idiomas dominantes tienen respecto a nosotros mismos.

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Breve repaso histórico.
Según los estudiosos la palabra vasco o vascón proviene del  vocablo euskérico “eusko”.
La palabra “Aquitania” posiblemente también venga de auski, variante de eusko.
Gascuña  también es una palabra derivada de Vasconia. Así mismo, el nombre del idioma romance de esa región, el gascón, proviene de la palabra vascón.

 

 

 

Como es sabido, la territorialidad vascona que reconocen los geógrafos romanos abarcaba el territorio de la actual Navarra hasta el Cantábrico, margen derecha del Ebro y desde las cercanías de la ciudad de Salduba (actual Zaragoza) hasta la Jacetania. Hacia el oeste se extendían las tribus también vasconas de várdulos, caristios y autrigones.

 

 

Ya en tiempos del dominio de los francos al norte y de los godos por el sur, la denominación vascones (ojo, que estamos hablando de como nos denominan los de fuera) tiene una amplitud mayor que la que describe Roma: abarca desde todo lo largo del Garona hasta el Ebro incluyendo también las tierras de las actuales Gipuzkoa, Bizkaia y Araba.
Las fuerzas vasconas de este amplio territorio mantuvieron a raya a los francos, por el norte, y a los godos por el sur, lo que supone que hubo una organización estable que iba consolidando un poder propio. (Ver aquí).

 

Es entonces, en tiempo de los francos (unas veces supeditado a ellos, otras veces independiente) cuando comienza a funcionar el Ducado de Vasconia.

El imperio carolingio siguió denominando vascones (wascones) a los que todavía tenía bajo su dominio.

Al mismo tiempo, comenzó a llamar “navarri” a los vascones que se constituyeron en reino independiente en tiempos de Iñigo Arista.

 

Los textos en árabe del poder musulmán en la península Ibérica siguieron llamando “baskunis” a los habitantes del incipiente pero no pequeño Reino de Pamplona.

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Y así llegamos a finales del siglo XII y principios del XIII. Tiempos en que fueron desgajados del reino de Navarra territorios que todavía eran esencialmente monolingües en euskara.
Llegados a este punto, mencionemos que Navarra, mientras fue reino independiente, siempre reivindicó los territorios perdidos (Ver aquí)

Para Francia “le Pays Basque” es solo una porción de uno de sus Departamentos.

 

Cuando un parisino o un marsellés oye las palabras “Pays Basque” la imagen que les viene a la memoria es la de los territorios que nosotros llamamos Iparralde que para ellos solo es un pedazo del Departamento de los Pirineos Atlánticos.

Denominación de los territorios vascones desde el punto de vista castellanohablante.

Es sabido que desde el siglo XII el inicial reino de Pamplona (llamado de Navarra a partir de 1134) fue perdiendo territorialidad. En el caso peninsular a manos de Castilla.

Bien, pongámonos en el punto de vista de un castellano. De un natural de Castilla que quiere referirse a esas tierras arrebatadas a Navarra.

 

A partir de la invasión y ocupación de esos territorios, ningún nacido en Castilla osará referirse a ellos llamándoles Navarra porque todavía existía una Navarra que, aunque empequeñecida, seguía siendo un reino independiente y distinto a Castilla.

Desde esa premisa, los castellanos denominarán a los habitantes de esos territorios arrebatados a Navarra como vizcaínos y al euskara le llamarán vizcaíno también. Todo por haber sido aquel territorio (Bizkaia) el primero en caer bajo la órbita del reino mesetario.

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Hay mapas editados en Europa en el sigilo XVIII en que la palabra “Biscaia” abarca a Araba, Gipuzkoa y la misma Bizkaia.
En este post podéis ver dos muestras. Si os fijáis en los mapas, Biscaya también ocupa gran parte de las actuales Cantabria y Rioja.

 

(Un inciso: si desde Castilla se llama vizcaínos a los vascohablantes, en los territorios de la Corona de Aragón a todos los vascohablantes en general se les solía conocer como navarros).

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En el XVI el territorio de la actual Comunidad Foral de Navarra (núcleo principal de la Vasconia que mencionaron los romanos) era el más poblado de Euskalerria, más del ochenta por ciento de su población era euskaldún, es decir vascoparlante. Ver aquí.

Hasta el siglo XVII en la administración (que siempre funcionó en romance y luego en castellano) se emplearon las palabras “vascongado” (del latín “vasconicatus”) como sinónimo de vascoparlante o relativo a la lengua vasca y la de “romanzado” (del latín “romanicatus”) que significaba hablante de lengua latina.

 

Pues bien, a partir del siglo XVIII desde el punto de vista castellano, las tierras arrebatadas a Navarra en las que el idioma predominante era el euskara (las tierras en la que viven los alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos) comenzaron a ser mencionadas como “vascongadas”.

 

Para un castellano, “las provincias vascongadas” son los territorios de habla vascona en poder castellano.
Navarra tras quedar sometida a Castilla en 1512-22 no tuvo rango de provincia castellana, sino de reino diferente por lo que las otras tres provincias siguieron siendo para Castilla “sus provincias vascongadas”.

 

 

 

En el siglo XIX los franceses comenzaron a denominar como “Pays Basque” a las tierras de habla vasca que están bajo su dominio. Miméticamente el poder español, heredero del poder y del pensamiento castellano, comenzó a llamar “País vasco” a las tres “provincias vascongadas” que en su tiempo fueron desgajadas de Navarra.
En resumen: Desde la perspectiva de un castellano Araba, Gipuzkoa y Bizkaia no son Navarra desde el momento que caen en la órbita de Castilla.
El segundo paso desde el lenguaje castellano es identificar como “los vascos” a los habitantes de esas tierras. Los únicos vascos bajo Castilla.
Así que desde la óptica castellana, o castellanoparlante, solo son “vascos” los habitantes de esos tres territorios.
Lo grave de asunto es que cuando nosotros mismos hablamos en castellano llamamos “País Vasco” o “Vascongadas” a lo que solo es una parte del territorio del euskara. Olvidamos que son parte del antiguo reino de Navarra, territorios desgajados de Navarra y sometidos a Castilla  por invasión militar.
No nos damos cuanta que al hablar así aceptamos el punto de vista de quienes nos invadieron y que la conquista está acabando con uno de los últimos reductos que nos quedaba: nuestro mismo pensamiento.

 

Conflicto denominativo.

Actualmente, al sur del Pirineo, bajo los nombres oficiales de “Comunidad Autónoma Vasca” y “Comunidad Foral de Navarra” funcionan dos entidades administrativas distintas que por muy entes autónomos que sean están supeditados al estado español y a su constitución.

 

 

El nombre oficial de ambas Comunidades sigue estando supeditada al viejo imaginario de la lengua castellana.
Ambas comunidades son (según la legalidad actual del Estado, las élites y los partidos políticos estatales) dos entes distintos cada uno con su nombre.
Por lo tanto, desde el poder estatal, y sus medios de comunicación tratarán de que los de una comunidad no se consideren navarros y los de la otra no se consideren vascos.
En cambio, ni nuestra historia ni el estatus actual son resultado de la evolución natural de los habitantes de los territorios que abarcó el reino de Navarra sino de la imposición ejercida tras sucesivas invasiones que fueron mutilando el territorio del antiguo reino independiente de Navarra hasta borrarlo como tal de entre los reinos soberanos de Europa.

 

 

Nuestra historia es silenciada y si se habla de ella, generalmente se explica sujeta a la versión y a la perspectiva de los que nos sometieron.

 

De ahí que es importante que, incluso en el lenguaje, sea el punto de vista navarro el que prevalezca entre nosotros.
De ahí que es tan importante saber nuestra historia. De ahí que sea tan importante la aportación de esa nueva generación de investigadores que van descubriendo y sacando a la luz nuevos datos de esa historia que anteriormente jamás nos contaron.

 

http://ujue-uxue.blogspot.com.es/2016/04/denominacion-de-los-territorios.html